Muchas veces hemos escuchado esto, y es cierto, a lo largo de la historia las mujeres han parido sin tener que preocuparse de estar preparadas o no. La naturaleza es sabia, y consigue su objetivo, la procreación. Pero si estudiamos la evolución del ser humano sabemos que no lo suficiente, y para que nosotros hoy caminemos erguidos las caderas de las mujeres se han tenido que adaptar en detrimento de nuestra capacidad para parir.

El parto es un esfuerzo físico y emocional tremendo que superarás, por supuesto. Llegará el momento y el parto irá bien, pero estar fuerte a todos los niveles te ayudará a llevarlo mejor, disfrutarlo, y sobre todo lo más importante recuperarte mucho más fácil y empezar a disfrutar la maternidad.

El cuerpo es inteligente y resolutivo, pero no le importa demasiado lo cansada o triste que estés.

A nosotros sí nos importa. Nos importa trabajar desde la prevención, desde la preparación física del cuerpo, preparando la pelvis para ese momento, trabajando tu transverso para que esté tonificado y así descargar el peso del suelo pélvico, aprendiendo a respirar (aunque os resulte curioso, no sabemos respirar correctamente) para oxigenar correctamente nuestro cuerpo y el del bebé y ayudarnos en el expulsivo… Y podía seguir, y seguiremos contándoos todos los beneficios de la preparación física en el embarazo.

Pero también nos importa tu preparación emocional. Cuando nos preguntan qué enseñamos en nuestra escuela, siempre os decimos lo que no enseñamos. Aquí no enseñamos a nadie a ser mamá, ya sabéis ser mamá, pero en muchas ocasiones os olvidáis que mientras vosotras no estéis bien vuestro bebé no lo estará. Nuestra labor es guiaros en vuestro propio cuidado y eso empieza por intentar filtrar todo el exceso de información que tenéis e intentar daros una versión lo más equilibrada y neutral posible sobre el momento que vais a vivir.

Llegar al parto sin miedos, o con los menores posibles hará que discurra de una manera mucho más natural. El miedo puede llegar a paralizarnos a muchos niveles y trataremos que eso no ocurra.

Me gusta comparar el parto con correr una maratón, podemos ponernos en la salida sin haber entrenado, y seguro que la terminaremos, no sabemos en cuanto tiempo, agotadas, y posiblemente con unas agujetas tremendas de las que tardaremos en recuperarnos. Hay muchas cosas que pueden ocurrir que no podemos controlar, pero lo que si podemos controlar es nuestro estado físico y cuanto más preparadas estemos menores serán las secuelas.

Podéis acudir a un centro especializado para que os guiemos en vuestra preparación, pero sabemos que en ocasiones no disponéis de esa opción y desde aquí intentaremos daros pautas para que en casa y dedicando un ratito cada día trabajéis por vuestra salud y bienestar.

Estaremos encantadas de recibir vuestros comentarios, dudas e inquietudes.