No somos del todo conscientes de la importancia del ejercicio a lo largo de nuestra vida, y muchos de los problemas de salud que nos afectan a lo largo de ella podrían ser controlados con la realización de ejercicio físico adaptado a nuestra condición. Y esto, por supuesto se aplica también durante el embarazo.
Nos gusta comparar el momento del parto con correr una maratón. Una tarea que va a suponer un desgaste físico y emocional muy fuerte. Si me pongo a correr una maratón ahora mismo, sin entrenar, sin haber hecho ninguna preparación física previa, seguro que tengo capacidad de terminarla, ahora, probablemente tarde mucho más que una persona preparada para ello, igual me lesiono, e igual tengo agujetas durante un par de semanas.
Con esto queremos decir que prepararse o no, entrenar o no, cuidarse o no, posiblemente no interfiera en nuestra capacidad de parir. Vamos a parir, pero lo que si va a a condicionar es lo bien que llevemos ese embarazo, el trabajo de parto, y lo más importante como de buena sea nuestra recuperación y como esto puede interferir en nuestra salud y calidad de vida a corto, medio y largo plazo.
No hacen falta grandes gestos, ni volverse loca haciendo ejercicio y controlando la alimentación, solo recurrir a buenos profesionales que nos orienten y ayuden a ir incorporando a nuestra vida diaria rutinas saludables que nos ayudarán a llevar un embarazo y una vida saludable.
Cualquier momento es bueno para empezar a cuidarte, pero este es el mejor.